Valparaíso se quedó sin luz

El sosegado barrio ubicado al sur de Valladolid perdió la tranquilidad por unas horas tras el apagón del pasado 28 de abril

El pasado lunes 28 de abril de 2025 ya es historia de España. Aquel día nuestro país se quedó sin luz. Por unas horas se demostró que el dinero en efectivo servía de mucho más de lo que pensábamos, las tiendas de barrio agotaron sus existencias de radios, sí, de radios, quizás algún joven de las nuevas generaciones ni siquiera sepa lo que es…en fin. Pues sí, el lunes 28 de abril de 2025 se fue la luz y con ello Internet, oh, por un momento nos dimos cuenta de que había gente que vivía con nosotros en nuestra misma casa y que, incluso, decían que eran nuestra familia. Sí, España, en el año 2025 se quedó completamente incomunicada por unas horas. Y gracias a Dios, si estabas en casa, lo sufriste poco, imagínate aquellos que se quedaron encerrados en un ascensor, o a los que se encontrasen circulando por el centro de una gran ciudad, como la nuestra, o aun peor, estuviesen conduciendo por el centro de Madrid. Madre mía, no quiero ni pensarlo. O a todos aquellos que se encontrasen dentro de un tren, o en el interior del metro de la capital de España o de la ciudad de Barcelona. Uf. Con todo lo que sucedió, realmente, y sin entrar en dramatismos, el menor de los problemas es que ese día no pudieses cocinarte unos huevos fritos o un filete de pollo y tuvieses que tirar de caña de lomo, pata de jamón o sarta de chorizo.

Valparaíso, a pesar de tratarse de un barrio residencial súper tranquilo y que, en la gran mayoría de los días, ya llueva, nieve, haga sol o granice, sea un entorno lleno de paz, vivió por unos instantes la incertidumbre, la tensión, la preocupación, el no saber que hacer, el descontrol e incluso el miedo.

Hoy, en VallaVecinos, hemos hablado con varios de los vecinos de este sereno barrio. Ellos nos han contado sus experiencias tras aquel día que quedará marcado por mucho tiempo en la historia reciente de nuestra nación.

Testimonio de D. Mariano Merino de la Fuente (Presidente de la Asociación Vecinal del barrio de Valparaíso, además de antiguo profesor de física en la Universidad de Valladolid):

“Gracias a Dios en el momento exacto del apagón me encontraba en casa, tranquilamente. En un primer momento, como en tantas otras ocasiones, imaginé que se trataba de un hecho inusual y pasajero. Pasados unos 30 minutos, entorno a media hora traté de telefonear a una serie de amigos y familiares. Al comprobar que no existía nada de cobertura me preocupé y ya pensé en que se trataba de un hecho fuera de lo común, de algo realmente serio y alarmante. Como tantos y tantos españoles salí a la calle, menos mal que hacía bueno y ese día no llovía, y lo comenté con mis vecinos más cercanos. He de decir que en ningún momento perdí la calma ni los nervios. Bien es cierto que me acordé de todos y cada uno de aquellos que se encontraban dentro de un metro, en el interior del tren, en todas las personas que se hubiesen quedado atrapadas dentro de un ascensor, en los accidentes de tráfico por la falta de semáforos en las ciudades más grandes. También me acordé de todas las personas con algún tipo de impedimento o discapacidad que se encontrasen atrapadas en sus casas. Pensé en todo esto antes de que se comentara en la radio o, posteriormente, en la televisión. Se me pasó por la cabeza mucho antes. La energía regresó a mi domicilio entorno a las 19:00h. Desgraciadamente y me duele decirlo, sentí bochorno por mi país”.

Testimonio de D. Mariano Gallegos Manzano (vecino y responsable de la comunicación en redes sociales de la Asociación Vecinal del barrio de Valparaíso):

“El lunes 28 de abril me encontraba en mi domicilio y sobre las 12:30 horas me dispuse a hacer una llamada telefónica y comprobé que no había línea en el terminal fijo al estar inactivo el módem por falta de suministro eléctrico. Tampoco pude utilizar el móvil puesto que no estaban activos los repetidores de señal de mi compañía. En otras ocasiones en las que ha faltado suministro eléctrico, de agua, gas o señal de TV, lo que hacemos los vecinos es lanzar en el Chat de la Asociación Vecinal una pregunta colectiva, pero esto era imposible al estar cortadas todas las comunicaciones. Salí a la calle a preguntar a otros vecinos y me encontré a todo el mundo haciéndose la misma pregunta. Entré en el garaje y encendí la radio del coche y allí obtuve las primeras informaciones sobre el alcance de la avería. Conecté una radio a pilas y fui siguiendo las noticias de las emisoras y al ver la magnitud del problema, activé mi emisora de radioaficionado (a baterías), y en la banda de dos metros ya eran numerosos los compañeros que estaban activos, informando y en contacto con Protección Civil. Pese a tener instaladas placas solares, éstas dejaron de suministrar energía, aunque la siguieron produciendo, porque el inversor se alimenta de la corriente eléctrica de red. Para poder aprovechar la instalación en estos casos hay que realizar unas modificaciones para que opere en “Modo Isla” y disponer de baterías. Apagué todos los aparatos eléctricos que se encontraban encendidos en el momento del corte de suministro y cerré la llave del gas. Seguimos en mi domicilio la evolución de las noticias y ante la incertidumbre por la duración del apagón, me dirigí a comprar a un hipermercado próximo que mantenía el servicio gracias a sus generadores, alimentando luz de emergencia, cámaras y cajas. Al depender de la electricidad todos los sistemas de la cocina, improvisamos una comida fría y después salí en coche a interesarme por mi familia para ver si necesitaban algo. Cuando regresé a casa, mientras seguía las informaciones de radio, comencé a realizar tareas que no necesitan de suministro eléctrico y sobre las 17:50 horas se volvió a establecer el suministro. En nuestro sector estuvimos sin suministro exactamente 5 horas y 28 minutos. Sucedieron nuevos cortes de poca duración, debido al arranque desde cero con mucha carga conectada, pero tras esos pequeños episodios todo volvió a la normalidad… ¿o no? Porque este episodio nos ha hecho ver como dependemos de la energía eléctrica y lo interesante que es disponer de elementos con los que paliar estos incidentes”.

Tras ver los testimonios de ambos vecinos del distrito vallisoletano de Valparaíso nos hacemos una pregunta, ¿tanta importancia posee la red eléctrica en nuestro país?

Aun se suceden muchas dudas alrededor de nuestra cabeza sobre lo que sucedió realmente aquel lunes 28 de abril de 2025. Bien es cierto un detalle, en el barrio de Valparaíso la luz regresó en torno a las 19:00 horas, pero, en municipios cercanos como Cuéllar, ubicado en la provincia de Segovia, la luz no regreso hasta pasadas las 03:30 horas de la madrugada, dato al que nos emitimos puesto que ha sido verificado por una fuente que reside en la localidad segoviana.

Así que sí, se puede afirmar que por unas horas el pacífico barrio de Valparaíso, como tantos y tantos barrios, pueblos, ciudades, lugares y rincones a lo largo de nuestro país, perdió la armonía que tanto caracteriza a este distrito del sur de la ciudad del Pisuerga.

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