El pasado martes 10 de junio, la asociación vecinal Bailarín Vicente Escudero se hizo presente como cada año en el evento participativo entre asociaciones. Con sede en el Centro Cívico Bailarín Vicente Escudero, el acto se convirtió en un encuentro entre vecinos y representantes de diversas organizaciones para compartir sus iniciativas y debatir sobre temas de gran impacto social.
Un espacio de intercambio y conexión
Durante la jornada, las asociaciones participantes instalaron diversos puestos informativos donde mostraron sus actividades, proyectos y trayectoria. Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer a fondo el trabajo de cada entidad y descubrir cómo contribuyen al bienestar del barrio.

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Sin embargo, el momento más relevante del encuentro fue la mesa redonda, que giró en torno a un tema preocupante: la soledad no deseada y el envejecimiento del barrio. En ella participaron profesionales de Cruz Roja, miembros de la fundación Intras, miembros de la asociación de Afrontamiento Activo del Dolor y representantes de la asociación vecinal.
La soledad no deseada: un problema creciente
Los asistentes coincidieron en que la soledad, especialmente en personas mayores, supone un desafío social y sanitario que requiere atención urgente. Actualmente, una de cada diez personas experimenta aislamiento, y la cifra sigue en aumento.
La falta de relaciones sociales no solo afecta el bienestar emocional, sino que también representa un riesgo para la salud pública. Se ha demostrado que la soledad prolongada puede agravar problemas cognitivos y aumentar la vulnerabilidad a enfermedades.
Las asociaciones participantes compartieron sus estrategias para combatir esta problemática, como programas de visitas culturales fuera del entorno habitual o la necesidad de fomentar la integración social con distintas actividades que impliquen algún tipo de relación social, evitando la solución tradicional de aumentar la medicación.

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Reivindicación vecinal: exigir más recursos
Uno de los puntos más contundentes del debate fue la falta de apoyo por parte del Ayuntamiento. La Asociación Vecinal Bailarín Vicente Escudero denunció la escasez de personal dedicado a estos problemas en el barrio, comparándolo con otros países como Francia, donde existen políticas más estructuradas para el acompañamiento social.
Actualmente, solo una persona está encargada de atender casos de soledad en toda la zona, lo que resulta insuficiente para hacer frente a la creciente demanda. Los vecinos llevan años reclamando mayor inversión en personal especializado, pero la respuesta institucional ha sido ineficaz. Los participantes insistieron en que es necesario que el gobierno local priorice la salud mental y el bienestar ciudadano tanto como las infraestructuras urbanísticas.
Un llamado a la acción
El encuentro cerró con un fuerte mensaje de reivindicación. Se necesita mayor voluntad política para abordar la soledad y el envejecimiento desde una perspectiva integral. Las asociaciones continúan trabajando, pero insisten en que el Ayuntamiento debe asumir su responsabilidad, promoviendo una acción efectiva y sostenible.
La comunidad ha hablado y su demanda es clara: más recursos, más atención y más compromiso por parte de las autoridades.